TIPOS DE PATILLA, SU IMPORTANCIA, Y LO QUE TRANSMITEN

Las patillas son esa extensión de pelo entre nuestro cuero cabelludo situado en la cabeza y el bello facial que nos sale en la cara, y que transcurren y crecen paralelas a nuestras orejas en dirección a nuestra mandíbula. Son un elemento integrador y separador al tiempo entre esas dos zonas de bello, y ello logra que no sea tan abrupto el paso de una zona a otra, con lo cual se puede afirmar que nos suavizan la transición entre ambas áreas.

 

Si por ejemplo nos dejamos crecer algo la barba logrando que no haya un salto considerable y visible entre ambas longitudes de pelo si se da ese caso, con lo cual podemos afirmar con toda seguridad que mejoran nuestra apariencia al mejorar esa transición entre dos áreas de pelo.

 

Las patillas con su ancho, su forma, y su largo nos aportan mucha más información de lo que parece a simple vista sobre la actitud de quien las lleva, y es que no escogemos un corte, un tipo de barba o tipo de patilla porque sí o casualmente, siempre tenemos un motivo para decantarnos por un tipo u otro. Escogemos entre un rol u otro y lo asumimos como propio. A veces no hay nada más esclarecedor que ver expuestas distintas fotos con distintos tipos de patillas y preguntarnos que nos transmiten.

 

A lo largo de nuestra historia las patillas han experimentado una enorme variedad de formas y modas que se caracterizan por longitudes, formas concretas y por la cual también se podía obtener mucha información sobre la actitud o estatus de su portador; pudiendo distinguir o sacar en conclusión por su arreglo, junto con el de su pelo, desde la clase social a la que pertenecía un hombre, su nivel adquisitivo, o incluso su nivel intelectual o su estado emocional.

 

Las patillas siempre han estado ahí a lo largo de nuestra historia, y según el tipo de patillas que llevarás en una determinada cultura o sociedad se podía saber desde tu clase social, nivel de testosterona o actitud… porque siempre han codificado alguna información al respecto. Nuestro pelo siempre codifica y transmite cierta información a los demás sobre nuestros estatus, ideología y actitud, seamos o no conscientes de ello, y eso es lo que pretendo descodificar con la “Psicobarbería” para que sea más fácilmente entendible.

 

Las patillas pueden ser anchas, estrechas, de mayor o menor longitud de pelo, en pico hacia dentro o en pico hacía fuera, rectangulares… se pueden hacer en disminución o en toda su longitud al mismo nivel que el contorno más bajo del pelo.

 

Cuando nos dejamos barba las patillas son el vehículo de unión entre nuestro pelo y nuestra barba haciéndose siempre en disminución en este caso, y dejando la longitud más adecuadamente baja en las mismas para ajustar la barba lo más posible al rostro como norma esencial.

Las patillas como vehículo de unión entre pelo y barba.ver

Se han dado una enorme variedad de tipos de patillas a lo largo de la historia y de nuestras diversas culturas; pero vamos a enfocarnos en esta ocasión sólo en las que podemos ver y se llevan actualmente en occidente, y lo que transmiten sobre nosotros a los demás por lo mucho que dicen sobre nuestra actitud más vital a la hora de relacionarnos con los demás, pues tal vez no seamos del todo conscientes de lo que transmitimos al asumir una u otra forma en las mismas.

Podemos llevar el pelo perfectamente cortado y peinado, el traje y complementos más adecuados que si nuestro bigote o patillas no son las adecuadas, y envían un mensaje distinto… va a dar igual todo lo anterior pues arruinará nuestra imagen, nuestra primera impresión ante los demás y lo hará por el cúmulo de mensajes incoherentes y contrapuestos que enviaremos a los demás al mismo tiempo, lo cual hará que desconfíen de nosotros por nuestra imagen exterior ya que algo no les cuadrará pues podemos estar diciendo al mismo tiempo que somos formales, rebeldes, sumisos y que sólo nosotros marcamos los límites y no asumimos los que los demás nos imponen.

Las patillas comprenden un área muy concreta que empieza propiamente a la altura de la conexión más alta de nuestra oreja con la cabeza y que se puede extender hacía bajo hasta nuestra mandíbula como límite y de manera paralela a estas.

Las patillas se pueden clasificar atendiendo a diversos criterios, que se combinan entre sí, siendo los más frecuentes por su altura, ancho, y forma:

1. Por su ancho:

Patillas que respetan su ancho natural: Se dejan así inicialmente por la comodidad en el mantenimiento que solemos hacer en casa nosotros mismos, pero también por ser más naturales en apariencia, y por no querer transmitir artificios o filigranas que no nos resultan naturales en el mensaje que queremos transmitir al mundo.

Patillas que estrechan su ancho natural pudiendo ser más o menos finas: Se suele hacer para estilizar nuestro rostro y corte visto de perfil, para indicar un mayor mimo y cuidado en los detalles, pues llevan más trabajo su mantenimiento. Así que se hace para manifestar que somos personas que se cuidan, que cuidan los detalles, que cuidan su apariencia. No es casual que se haga cuando se tiene menos de 41 años o en momentos en los cuales no tenemos pareja pero buscamos tener. Se orienta su arreglo sobre todo a la seducción, a buscar estilizar nuestro perfil para resultar más atractivos.

Patillas que amplían su ancho natural aprovechando la caída del pelo que se da en la barba, y que se une a esta cayendo hacia el bigote: Suelen ser una forma de alarde muy notorio en el cuidado y forma de las patillas, una manera de llamar la atención y de buscar un aíre distinto, algo más duro pero sin desafiar el orden o las normas establecidas socialmente.

2. Por su forma:

Patillas Rectangulares: Son la forma más clásica, formal y más sencilla de mantener por uno mismo en casa. Lucen por igual con todos los cortes de pelo. Quienes las llevan o escogen suele ser por comodidad e integración social con las normas o etiquetas establecidas.

Patillas de pico hacía dentro: Las patillas en pico son la manera más elaborada de llevar las patillas ya sea con pico hacía dentro o hacía fuera, son un alarde, un lucir más vistoso con una forma más compleja que sólo hacerlas más finas, son un presumir de cuidado en los detalles.

Patillas de pico hacía fuera: Apenas se ven hoy en día, no es nada habitual pese a lo favorecedoras que son, y suele ser por la complejidad de hacerlas uno mismo y por su mantenimiento en casa.

Patillas pintorescas: Son aquellas que resaltan especialmente ya sean por una causa u otra pues están realizadas para ello. Las hay muy variadas pero suelen resaltar por no encajar en las tendencias actuales de moda y tiempo, por ser demasiado exageradas, por tener formas extrañas, dimensiones desproporcionadas, o incluso por llevarlas teñidas de otro color

Por todos esos mensajes que lleva implícitos este tipo de patillas marcadas, por su uso a lo largo de la historia más reciente puede producir un primer rechazo hacía nosotros si las adoptamos; por ejemplo en entrevistas de trabajo o a la hora de relacionarte socialmente con algunas tribus o grupos sociales… pues al no asumir el rol de la manada (lo socialmente aceptable) eso siempre juega en contra y manifiesta un querer romper o no respetar las normas establecidas en la apariencia, y que son reflejo por ende del pensamiento. Por ello este tipo de patillas suelen darse más bien en gente joven que aún no trabaja y no afronta las consecuencias de su apariencia o bien en profesionales liberales (peluqueros, barberos, escritores, periodistas, pintores…) que lo usan como un reclamo para llamar la atención sobre sí mismos y destacar sobre el resto con intención de grabarse en la memoria de los demás y así ser reconocible por encima del resto al resultar singulares.

3. Por su altura respecto a la oreja:

A la altura media del lóbulo o un poco más arriba: Sería la patilla más socialmente aceptada, y por tanto la más clásica. Quien lleva un corte, peinado, una forma, una longitud más clásica ya sea en su pelo, en su barba o en sus patillas manifiesta seguir la tendencia socialmente más aceptada, una actitud pública moderada socialmente, querer encajar en lo socialmente aceptable y establecido o al menos simularlo de cara a los demás.

A la misma longitud de la oreja: La patilla más elegante, más masculina sin llegar a ser desafiante ante la sociedad o ante los demás. Indica claramente una actitud entre los valores clásicos y los más desafiantes estableciendo un criterio propio, pero sin actitud de enfrentamiento. Por ello alarga más la longitud socialmente establecida para las patillas  (lóbulo), pero sin llegar a la mandíbula. Suelen ser “alfas positivos” por naturaleza quienes la llevan pues no necesitan de alardes, sólo marcar lo justo su condición para que quede clara visualmente definida ante los demás.

Hasta la mandíbula: Son las patillas socialmente menos aceptadas, las más llamativas, las más desafiantes, y las más alfas con lo cual suelen producir un cierto rechazo por parte de los que se integran en lo socialmente aceptable pues supone una amenaza al “status quo”. Manifiestan una actitud que indica que ellos son los que establecen los limites, que no aceptan lo que los demás o la sociedad les intenta imponer, que tienen su propio criterio, que ellos marcan sus límites y que pueden sobrepasar ampliamente lo socialmente aceptable, de ahí la longitud de sus patillas también como un claro indicador de ello. Tienen y presumen de una actitud más activa o marcadamente masculina, de tener una mayor cantidad de testosterona con lo cual siempre son hombres de tendencia alfa, pudiendo ser alfas negativos o positivos indistintamente.

No todos los estilos de patillas encajan en todos los cortes de pelo o peinados, y eso también hay que tenerlo muy en cuenta. Ocurre como con la barbas, bigotes o perillas dónde debemos coordinar el mensaje que enviamos en función del estilo por el cual nos decidimos en uno y otro caso. No podemos ser formales con nuestro corte de pelo (corte clásico con raya de lado) y rebeldes al tiempo con una barba descuidada o bien con unas patillas anchas hasta la mandíbula. El mensaje debe ser coherente en todo caso siempre, si nuestro pelo dice una cosa, nuestra barba, nuestro bigote, nuestra perilla o nuestras patillas deben decir lo mismo, no deben enviar mensajes contradictorios pues eso nos restará coherencia, fiabilidad, atractivo ante los demás, y creará una cierta confusión sobre como somos a los demás que les hará desconfiar al no leer claramente en nosotros.

Por último mencionar que algunos hombres manifiestan una extraña obsesión o fobia por las patillas y optan por eliminarlas de su rostro de manera permanente. Quienes padecen esta fobia suelen ser personas muy rectilíneas en sus ideas, en sus maneras de pensar, y utilizan más ciertas áreas del lado izquierdo del cerebro (el lado más lógico y matemático) que les crea la necesidad de diferenciar las distintas áreas claramente, incluso en su pelo.

Nada es porque sí, nada escogemos casualmente, seamos o no conscientes de ello.